Recordando lo aprendido y
consultando los Deberes y Derechos del alumnado, y teniendo en cuenta que
también hemos elaborado normas de convivencia en el aula, resolveremos una
serie de situaciones desde el papel de docentes.
Comenzando por el caso 1, este trata de una alumna activa que interrumpe las clases
con frecuencia. La conducta disruptiva es un modo de actuación inapropiado que
dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje por parte del profesor y
perjudica el buen funcionamiento del grupo así como la atención en el aula. Con
la disrupción el profesor pierde la concentración y el hilo de las
explicaciones, y los alumnos disminuyen enormemente el nivel de atención.
Consideramos que este comportamiento es típico de una niña y no es una falta
grave, ya que puede tener una fácil solución.
Una posible solución sería
realizar con ella una serie de tutorías con la psicopedagoga, para hacerle
comprender de alguna manera que está cometiendo una falta de respeto hacia sus
compañeros y su profesor. Podemos realizar unos buzones anónimos de cada uno de
los alumnos para que ellos mismos se ponga puntos positivos o negativos y al
final del día observarlos y ver en qué aspectos han fallado sin que se sientan
atacados para tener el objetivo de mejorarlo al día siguiente.
A continuación analizaremos el caso 2, en él, hay dos alumnos que deben de cambiar su
comportamiento ya que no es adecuado, primero el alumno que se encuentra
realizando el ejercicio ya que no ha mostrado respeto por su compañero ante su
negativa y ha recurrido al insulto y segundo el alumno que no le ha prestado el
borrador ya que muestra una falta de compañerismo. Por lo que como tutores
establecemos que la falta que Luis ha cometido es una falta grave ya que le
está faltando el respeto a un compañero y la falta cometida por el otro alumno
también deberemos de corregirla.
Para ello podemos plantear algunas dinámicas para
trabajar el compañerismo y el valor de compartir, estas dinámicas, para que el
niño no se sienta atacado, se pueden realizar en un sesión de tutoría o como
una actividad espontánea .Para trabajar el valor de compartir podemos plantear
las siguientes dinámicas
- Los alumnos trabajaron grupalmente con una consigna común: ¿Qué se pierde y qué se gana cuando se comparte algo?
- Pasar el siguiente cuestionario
Para trabajar el respeto y el compañerismo durante
ese mes se pueden proponer más actividades y trabajos grupales para que así se
den cuenta de que todos son importantes en un grupo y que para ello tiene que
ser primordial el respeto los unos a los otros y ayudarse.
En el caso de Juan Vicente, éste es un niño que
llega tarde a clase, suele trabajar poco y que se entretiene en clase dañando
el material escolar. Últimamente se entretiene con el móvil en clase y le está
contagiando su conducta a sus compañeros, lo cual conlleva que en clase estén
distraídos pasándose el móvil. Bajo nuestro punto vista el caso de Juan
Vicente, es un caso grave puesto que se dedica a dañar el material escolar y
usar el móvil en clase, además de que esta actitud se la está contagiando a sus
compañeros. Como medida correctora, para corregir las llegadas tarde a clase,
le impondría un castigo que consistiría en quitarle el patio por cada vez que
llegue tarde. Por usar el móvil en clase, se lo quitaría 15 días y le haría un
parte de ática. Y por dañar el material de clase, lo llevaría al aula de
convivencia y le haría pagar los desperfectos causados.
Según el Real
Decreto 39/2008, los alumnos o las alumnas que individual o colectivamente
causen de forma intencionada o por negligencia daños a las instalaciones, equipamiento
informático (incluido el software) o cualquier material del centro, así como a
los bienes de los miembros de la comunidad educativa, quedarán obligados a
reparar el daño causado o hacerse cargo del coste económico de su reparación o
restablecimiento, siempre y cuando el profesorado, tutores, tutoras o cualquier
miembro del centro docente responsable de la vigilancia del alumnado menor de
edad, prueben que emplearon toda la diligencia exigida por la legislación
vigente y en los términos previstos en ella.
Retirada de teléfonos móviles,
aparatos de sonido u otros aparatos electrónicos ajenos al proceso de
enseñanza-aprendizaje, utilizados de forma reiterada durante las actividades
que se realizan en el centro educativo. Se retirarán apagados y serán devueltos
a los padres, madres, tutores o tutoras legales en presencia del alumno o de la
alumna. En caso de que el alumno o la alumna sea mayor de edad, se le devolverá
una vez finalizada la jornada lectiva. No obstante lo anterior, el uso de
aparatos electrónicos en el recinto de los centros docentes se podrá prohibir,
siempre que no sean necesarios para llevar a cabo las tareas docentes, si así
lo contempla el reglamento de régimen interior del centro.
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